La vida sigue transcurriendo burlona, impasible.
Qué error el sol, los niños, los jardines.
Cuánta infamia, querer pretender tanta primavera.
Distribución de la belleza, qué insolencia.
Belleza era ella, monopolizada.
En calendarios indolentes,
hojitas de noviembre, en la punta de la lengua.
Qué error el lunes, el martes, el viernes.
Desatinos del tiempo.
Horas indómitas, sicarias de mi parálisis.
Destejan las agujas.
No he despabilado el sueño,
el terrible sueño de su color exquisito.
De tanto nombrarla se hizo vida,
se hizo muerte
y se fugó.
Aún hoy, los días vandálicos
perfuman el candor de la nueva temporada.
Anuncian pétalos, corretean desnudos.
Y se mofan de mi burda incapacidad
de ver belleza en los canteros,
en las risas, en las lunas amarillas.
qué error un poema tan, tan agradable. va encontra de todo mi sistema de creencias. lo disfruté, así que, con permiso, ahora voy a atragantarme de prosa culposa por más allá.
ResponderEliminarSeñora rota... sí, es difícil construir un blog desde cero (y todo eso que dijiste por ahí)...
ResponderEliminarSabé que te leo.
Sabé que pasaré por aquí otra vez (otras veces).
Saludos
Che, con esto vas a terminar dejándome rota a mí también. Hace mucho no leía una poesía tan buena. Me quedo, sobre todo, con las estrofas inicial y final.
ResponderEliminarAlter ego de Mabel: ¿Cuál es tu sistema de creencias? ¿Se despierta Mabel en este tipo de poesía llorona?
ResponderEliminarUna tipa común: ¡Bienvenida! Gracias por leer y acompañarme. Un abrazo!
Lesbien: No, no... no nos rompamos. Exorcicémonos, drenemos los dolores y salgamos adelante. O por lo menos ese es mi intento. ¡Gracias por tus palabras!
Me gusta mucho como escribís, y también me siento identificada con muchas cosas. Te estaré siguiendo, y vi que vos también seguís...así que nos leeremos, espero.
ResponderEliminarhermoso hermoso
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