lunes, 1 de noviembre de 2010

Ella en mi cabeza

Ella es... ¿cómo explicarlo?
Sí, es perfecta. Bueno quizás no sea perfecta, pero casi. Y el "casi" lo digo sólo en teoría (¿debiera acaso encontrar el defecto que dé efecto a su "casi"?), porque sé que nadie puede ser perfecto, eso dice la gente. Pero ella... si la conocieras. Te juro que ella, en mi cabeza, es perfecta.
Sin embargo hay otra ella. La corpórea. Ella sí se equivoca. Comete el error de no estar conmigo. ¡Gravísima errata! Pero como no está, puedo pensarla. Volatilizo su sustancia y la aspiro hacia mi mente. Su ser físico queda silenciado y se hace perfecta. Enjabono sus palabras, centrifugo su imagen y en un santiamén queda limpita. Hermosa, brillante, impoluta. Ella y toda su magnificencia.

Entonces le escribo que es perfecta. A ella, la corpórea, la que está fuera de mí. Se lo escribo con letras enormes, para festejarla: Querida, sos PERFECTA.

No me contesta.

Y la idea de ella, por suerte, se hace añicos.

5 comentarios:

  1. oh sí, centrifugar a las ellas del mundillo que existe en nuestra cabeza hasta que queden secas de tanto ariel y vívere y sean lo que son. Sin perfumes ni suavizantes. Beso nena

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  2. Hola, descubrimos tu blog y nos encantó. Queremos invitarte a la radio, somos de Temporada de Chongos. Si te interesa, tiranos un mensaje por privado al facebook de la AACH o al mío. Saludos.

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  3. Na: Bueno, ya sabés que inspiraste este texto. Gracias por eso. Para que no digas que no te doy pelota lo que me decís!!!

    Chonguito querido: Muy amable, como siempre. Te dejo un mensaje en el FB. Leelo y vemos qué se puede hacer.
    Un abrazo grande!

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  4. Un buen lavado de cerebro sería lo indicado en estos casos, y te aseguro que ya no pasa el desafío de la blancura.
    Espero escucharte el viernes entonces!
    Saludos.

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  5. Lesbien: sí, sí, allí estaré... al aire! :)
    Un abrazo!

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